Una de las razas más antiguas del mundo, es el gato siberiano, originario de Rusia, aunque
no es muy conocido fuera de este lugar, cuenta con una gran popularidad en gran parte del
territorio Ruso.
Se dice que se origino en el bosque de Siberia, hace más de mil años, de ahí que
también se le nombre gato del bosque siberiano. En dicho bosque habitaban los monjes rusos
en sus monasterios y utilizaban los gatos siberianos para resguardar dichos recintos y emitir
señales de alerta ante cualquier extraño. Es una de las razas de origen natural que no ha surgido
en base a ninguna cruza ni accidente genético.
Se podría pensar que su aspecto muy parecido a los felinos salvajes, de cuerpos
musculosos, se puede deber a algunos genes que llevan de los ejemplares salvajes que compartieron
el bosque siberiano por mucho tiempo.
El primer reconocimiento oficial de esta raza se da en el año de 1987, en su
mismo lugar de origen. Después de este acontecimiento se le da a conocer al resto del mundo,
recibiendo Alemania, Estados Unidos y Francia los primeros ejemplares, como un verdadero símbolo
nacional de Rusia.
El gato siberiano es un ejemplar considerado de mediano a grande, de pelo suave
y muy fino, aunque largo en comparación con otras razas de gatos, por esta razón tienen un aspecto
de estar esponjados. Es de cuello corto, lo que le da la apariencia de no tener cuello es la
abundancia de pelaje en esta parte de su cuerpo.
Su cara es redonda y sus ojos ovalados, estas dos características imprimen en el
gato siberiano
un aspecto tierno y dulce. Y esto mismo lo distingue de otras razas de gatos. El color de sus ojos
suele ir combinado con el color de su pelo, siendo los más comunes los tonos amarillos y
dorados.
Su espalda es arqueada, de huesos largos en todo el cuerpo, incluyendo sus
patas, lo que le ayuda a ser ágil en su actividad. Sus orejas son redondeadas, medianas y un poco
inclinadas hacia adelante. El avance de su crecimiento es más lento en comparación con otras razas,
por lo que al año de edad aun siguen siendo bebe.
Son gatos que gustan de jugar y conocer todo lo que está a su alrededor, de ahí
la importancia de cuidar que el lugar donde viva esté libre de peligros y de objetos o lugares
donde el gato no tenga permitido acceder. Es una mascota que pasara la mayor parte de su tiempo
descubriendo cada rincón de su hogar, inventando pasadizos y buscando objetos perdidos, ya que es
curioso por naturaleza.
Por esta misma razón, son excelentes cazadores de insectos y animales pequeños
que invadan su territorio y amenacen a su familia. Aunque algunas veces lo hagan solo por jugar,
las casas que tienen esta raza como mascota, difícilmente tendrán problemas con roedores,
cucarachas o cualquier otro espécimen que llame su atención.
No tienen problemas en convivir con otros animales, sin embargo, si no se
acostumbraron a vivir con otra mascota desde pequeños, habrá que presentarles al nuevo integrante
de la familia de manera gradual y darle su tiempo para que se acostumbre y socialice con él. Los
gatos siberianos
suelen ser un poco testarudos y pueden pasar mucho tiempo en una sola actividad o hasta lograr sus
objetivos.
Suelen ser los consentidos de su dueño, ya que expresa fácilmente cariño por la
persona que cuida de él, procurando acercarse y solicitando atención y mimos. Debido a su fino
pelo, es una sensación muy agradable acariciarlos y aun más el dormir con ellos, debido a que el
ronroneo tiene un efecto especial en el oído del ser humano, que inspira paz y tranquilidad.
Debido a que estos gatos se originaron en situaciones extremas de clima, en
cuanto a frio se refiere, suelen ser gatos muy resistentes a cualquier temperatura, normalmente se
mantienen sanos y tienen pocos problemas de salud.
El cuidado de su pelo se realiza con un cepillado continuo y, de preferencia
diario de ser posible, con un cepillo de cerdas suaves. Dicho cepillado ayuda a mantener la fuerza
y vitalidad del pelo, y a retirar basura y pelo que se cae cada cierto tiempo.
Es importante de preferencia no bañarlos, ya que todos los gatos de razas que se
presentan en climas fríos, tienen en su piel una pequeña capa de grasa, misma que los protege del
clima y del polvo, al bañarlos la capa de grasa desaparece dejando la piel expuesta a varios
riesgos de enfermedades e infecciones.
En cuestión de comida, esta raza tiene sus preferencias y es trabajo de sus
dueños, encontrar el alimento ideal que el gato guste, ya que si se tienen varios gatos de la misma
raza en el hogar, algunos de ellos pueden optar por una marca específica y otros por otra. Sin
embargo, lo más recomendable es acercarles comida especial que cuente con los mínimos
requerimientos para nutrirlos.
Si tenemos los cuidados pertinentes y se cuida en general su alimentación, esta
raza en particular tiene un periodo de vida de entre 12 y 14 años, aunque varía dependiendo de su
género. Las gatas pueden llegar a tener camadas que varían en número, desde 1 solo gatito hasta 10
crías, aunque el promedio oscila entre 6 y 7.
Dentro de las curiosidades de los gatos siberianos, podemos encontrar el hecho
de que normalmente no produce alergias en los humanos, debido a que no cuenta con la proteína
causante de la mayoría de las alergias, por lo que puede ser una excelente opción para un amante de
los gatos, que se ha visto restringido debido a problemas alergénicos.
El gato siberiano es preferido por muchas familias y amantes de los gatos, ya
que no requiere tener cuidados excesivos ni experiencia en el trato con felinos, normalmente se
adaptan a las circunstancias y a los lugares, dan a entender sus necesidades y pueden aportar
movimiento y actividad a las dinámicas de la familia, sobre todo en aquellas donde hay niños, ya
que se mantendrán entretenidos al jugar con este lindo espécimen. |