El gato manx es una raza de gatos sin cola originarios de una isla de nombre Man, ubicada
entre Irlanda e Inglaterra. Aunque no está muy clara la manera en que surgió esta raza, es probable
que se deba a un defecto congénito, sin embargo los lugareños de la isla se han dedicado a crear y
contar leyendas con respecto a la manera en que estos gatos perdieron su cola, siendo la más
conocida aquella donde Noé al cerrar las puertas del arca le corta la cola al gato que tardo
demasiado en subir y llego tarde.
Sin embargo, analizando su fisionomía, el responsable de la ausencia de su cola
es el gen denominado «M» dominante, que de presentarse en otro tipo de gatos puede generar defectos
congénitos irreversibles. En el
gato manx
produce una mutación en su columna vertebral o falta de vertebras al final de esta misma, lo que
genera la ausencia de cola o en algunos casos un pequeño muñón que hace la función de cola
corta.
Debido a esto, los gatos manx tienen una manera diferente de contrarrestar el
equilibrio al caminar, al brincar y al correr, con respecto a las otras
razas de gatos
que son ayudados por su cola para equilibrarse, en este sentido cuando vemos a un gato manx correr
nos viene a la mente la manera en que lo hacen los conejos, debido a que son muy parecidos.
Los gatos con ausencia total de cola se les llama rumpy y tienen un hueco
al final de su columna vertebral donde cabria un dedo pulgar y los rumpy riser son aquellos
que tienen el hueso sacro un poco salido hacia arriba, por último los stumpy tienen una cola
pequeñita máximo de tres centímetros, todos estos son las variaciones que podemos encontrar en el
gato manx en cuanto al tamaño de su colar.
Sin embargo esta raza de gatos se divide en dos grandes variantes, los gatos
manx norteamericanos que se caracterizan por ser de mayor tamaño y el gato manx ingles
que son más finos y estilizados que los anteriores.
Cuando se quiere realizar cruces de los gatos manx, es indispensable que se
realicen con otros gatos de cualquier especie pero con cola, ya que si se aparean entre su misma
especie, el resultado son gatitos con malformaciones que no tienen ninguna expectativa de vida, por
lo que en este sentido su crianza no es sencilla.
Son gatos de cara redonda y pequeña en comparación al resto de su cuerpo, suelen
parecer robustos y aunque no son propiamente delgados, esta característica también es un engaño
visual debido a lo tupido de su pelaje. Sus patas traseras son largas con respecto a las
delanteras, su espalda es curva y sus orejas un poco puntiagudas.
En cuanto a sus cuidados, esta raza es conocida por ser de pelo corto aunque
abundante, por lo que es necesario el cepillado habitual con cepillo de cerdas gruesas, de tal
manera de facilite el retirarle el pelo que va cayendo. De lo contrario, se puede tener el
inconveniente de que, tanto los muebles de la casa como algunos otros espacios del hogar, se llenen
de pelos del gato que se adhieren también a la ropa de los habitantes de la familia.
Esta raza es muy recomendable para criarla dentro de casa, hasta en un pequeño
departamento, debido a que se adaptan fácilmente a su alrededor y no suelen tener inconvenientes
con los otros miembros del hogar. Si se tiene la suerte de tener al gato manx desde muy pequeño,
será más sencillo educarlo en cuanto a sus rutinas diarias, su alimentación y sus
pertenencias.
El gato manx se caracteriza por ser un gato amable con los visitantes y extraños
que acudan a la casa donde habita, inclusive si son niños, suele tenerles mucha paciencia, aunque
no es raro que salga huyendo si algo le resulta muy incomodo antes de mostrarse agresivo o
enojado.
Debido a sus orígenes, si el gato se acostumbra a estar en el exterior, es muy
probable que saque sus instintos de cacería y empiece a buscar cómo alimentarse por su propia
cuenta, matando aves o animales pequeños que usara tanto de trofeo y algunos más para comer.
En este sentido hay que tener cuidado, debido a todos los peligros con los que
puede encontrarse en un ambiente exterior, desde animales más grandes que pueden lastimarlo, hasta
enfermedades típicas de los gatos que cazan su propia comida, como por ejemplo el riesgo de
toxoplasmosis.
La toxoplasmosis es una enfermedad parasitaria, que se presenta en los gatos al
comer carne contaminada de los animales que logran cazar, aunque propiamente no representa ningún
riesgo para los gatos como tal, para los seres humanos puede tener consecuencias graves en las
mujeres
embarazadas
o que pretenden quedar embarazadas.
Es importante tener siempre a tiempo y con el seguimiento adecuado sus vacunas,
con esto se protegerá al gato de muchas enfermedades y estará más seguro si, a pesar de vivir
dentro de la casa, de repente sale a disfrutar de algo de acción a la intemperie.
No suelen presentarse problemas en cuanto a su alimentación, debido a que esta
raza de gatos suele comer prácticamente todo lo que se ofrezca, aunque puede generar ciertas
predilecciones con el tiempo. No obstante, si se le acostumbra a consumir cierto tipo de alimento
lo aceptara sin dificultades.
Algunas de las enfermedades comunes del gato manx tienen que ver precisamente
con su columna vertebral, desde espina bífida, defectos en los órganos internos, problemas con sus
vertebras, etc. Por esta razón es importante observarlos continuamente para detectar cualquier
cambio en su estado de humor, en sus actividades o si presenta dolor en algunas posiciones; estas
enfermedades generalmente se presentan durante los primeros meses de su crecimiento.
Si los gatos manx llegan a adultos sin presentar problemas de este tipo,
generalmente serán gatos que vivirán muchos años de manera saludable, se considera una raza de
gatos longevos.
Esta es una de las razas que acepta más gama y variedad de colores en su pelaje,
desde los especímenes que portan un solo color, hasta los que aparecen con rayas o manchas de
diversos colores, no existe como tal una restricción en este sentido. |